El 26 de diciembre de 1860, los dos equipos de la ciudad inglesa de Sheffield, el Sheffield United y el Hallam, disputaron el considerado como primer partido de fútbol oficial de la historia, aunque aún no se había creado la Federación Inglesa de Fútbol y las reglas del fútbol eran bastantes distintas a las actuales. Los porteros solían llevar gorras para el sol, algo que se mantiene actualmente aunque muy pocos la usan.