Hallando cierta regularidad, y contando con la carta de gol de un jugador llegado desde Instituto de Córdoba, Oscar Dertycia, el club se mantendría en la mitad superior de la tabla hasta finalizar la década, período en el cual se destaca la mejor participación del club en la Supercopa Sudamericana, alcanzando el tercer lugar en 1989. En la temporada 1990/91, la irregularidad volvería a hacerse presente, con un meritorio cuarto puesto en el Torneo Apertura que brindaría otro ingreso a la Liguilla Pre-Libertadores, contra un puesto 18 en el Clausura, que dejaría al club en la 13° posición en la tabla general.