Evidentemente puede venir cualquier persona y ser mucho peor y que nadie se percate. “Que se acepte la realidad de quien soy yo, igual que se acepta la realidad de quien es mi hermana pequeña y mi hermana mayor. Me pareció fatal en su momento, y lo peor de todo es que lo entiendo, por que como otros muchos prejuicios, está construido en base al desconocimiento. En un banco tres señores de unos 70 años charlaban tan animadamente que cualquiera diría que habían puesto el Corega de oferta en el supermercado.