Tras unos años donde esa prohibición quedó anulada por la FIFA, en vistas de que de poco o nada había servido la sanción propuesta de las cartulinas amarillas para paliar los efectos, la norma se reinstauró en la campaña 2003-2004 en gran medida por un elemento de presión muy concreto: El de los patrocinadores. 3) Con el secador de pelo en caliente, calentar la estampa de a poco hasta que esté caliente al tacto.