Con la excepción del 0-0 contra Brasil, cuando lucieron una camiseta naranja con shorts negros, un pequeño guiño al guinda-azul marino, México fue a lo seguro con su uniforme clásico tricolor en el resto de juegos. Una serie de formas geométricas decoran con elegancia el cuello y el final de las mangas cortas. Se ha pasado de las fórmulas líquidas a las papillas y ahora se da el salto a la comida sólida.