Lo exponen familias enteras que visten camisetas de la Selección, pero que también provocan el milagro de un cruce poco habitual en esta ciudad dividida por el fútbol: algunos se pasean con la camiseta de Newell’s, camiseta holanda mundial pero trabajan codo a codo para embellecer esas calles del sur con otros que tienen la de Rosario Central. Todo lo que permitiera ser intervenido para enviar un mensaje al otro lado del mundo.