La opción que ha explorado Marcelino de colocar al portugués como punta se esfumó en el Villamarín. Su situación tiene un cariz especial, ya que World Athletics aún no le reconoce como español y aún compite con bandera cubana a efectos oficiales. La pega es que en ocasiones se ven productos de segunda mano más caros que nuevos en las tiendas, además de cosas realmente extrañas por si alguien ‘pica’.